jueves, 5 de abril de 2012

Cuenta una historia



Por Lidia Coronado


En una pantalla gigante se despliega una imagen del calendario Maya, se puede leer:

¡Lleve su calendario Maya!
¡Lleve su calendario!
No pierda la oportunidad de participar en el fin del mundo.
Este  21 de Diciembre ¡Usted, sí usted, no puede ser el único que no tenga su calendario!
¡No habrá otra oportunidad, según los Mayas, no habrá otra ¡
Hoy 2 por el precio de 1.

Estaba muy confundido, miraba a todas partes y veía gente que caminaba muy rápido. Hombres con maletines, mujeres  con sus hijos tomados de las manos parecen no saber a dónde ir.

Bajó en Trafalgar Square. En una gran marquesina se podía ver un gran medallón que  recordaba haber visto en otra parte, posiblemente en un libro de historia o una revista, en letras doradas se podía leer: “Coca Cola te invita al fin del mundo”. “Coca Cola tu último recuerdo”, esta frase escrita en diferentes idiomas.

Pensó en un gran espectáculo, Londres es así, como Nueva York, todo lo celebran a lo grande, seguro que es una nueva película, o un gran musical. Que despliegue. ¡Eso no pasa en Luxemburgo! Sonrió dejándose llevar por sus pensamientos hasta su casa, donde todo es más tranquilo, más lento.

En ese momento un hombre que parecía una especie de sacerdote con un folleto en la mano se le acercó y le dijo: ¿Está usted preparado? ¿Ya realizó su última confesión? El juicio final está cerca, ¡el 21 de diciembre!, no hay tiempo que perder. No lo deje pasar. La iglesia de los santos de los últimos minutos, le ofrece por una módica suma, un alma purificada y una entrada segura al cielo, un puesto en balcón central al lado de Dios padre.

Se detuvo por un segundo, tomó el folleto y le dijo en un inglés con un fuerte acento alemán: no hablo bien inglés, en este momento voy rumbo al Metro para ir a aeropuerto,  no estaré en la ciudad para la fecha. El sacerdote le hizo la señal de la cruz mientras lo veía alejarse por una de las entradas del subterráneo.

Sobre los edificios ya se veía un cielo muy rojo y una  ola de dimensiones indescriptibles entraba por las calles de la ciudad, según lo cuentan algunos registros encontrados en piedras y documentos, bastante bien conservados, en una cueva bajo las aguas en el mar del norte en lo que llamaban Europa por allá entre 2012 y  2021.

No hay comentarios:

Publicar un comentario