martes, 12 de abril de 2011

El encargo

Por Manuel A. Hernández Giuliani

Jacinta observa a su prima venir jadeando un ramillete de palabras sobre el rumor que enloquecía a los pobladores.

—Mija, escuché que un general vino de la capital, dicen que va a abolir la esclavitú. ¡Vamos a escucharlo Jacinta la o! que va a leer su manifiesto ahora mismo en el cerro El Vigía.

—Ya voy Rosa la o, mira que tengo que prepará un encargo mija —tomó un trapo de color arena, lo estiró sobre el suelo y arrojo varios puñados de granos, lo suficiente para no rebasar los bordes, ató las puntas al centro formando un bulto que pudiera cargar las cuatro esquinas que debía caminar. Acompañó a su prima al mirador, con la frente sudorosa y su encargo a cuestas subió la empinada pendiente del cerro.

Jacinta llegó a tiempo para escuchar al general con atención, ese hombre era imponente no por su tamaño, pensó, sus palabras le llegaron al corazón: “...Yo os juro, amados compatriotas, que este augusto título que vuestra gratitud me tributó cuando os vine a arrancar las cadenas, no será vano...”, miró el paquete y tomó su decisión, el encargo podría esperar.

Caminó sigilosamente entre la multitud, se las arregló para que nadie la pudiera ver, su menuda figura le ayudaba a pasar entre los aristócratas sin ser percibida. Llega ante él, se acerca respetuosamente mientras unos lanceros furiosos le impiden el paso, el general la divisa y da una señal con la cabeza, éstos la dejan pasar. Extiende su mano diciéndole “ven muchacha, que ocurrencia os trae ante mi presencia”.

—Mi general, le traigo un presente de mi tierra, pa’ que lo acompañe en sus viajes. Yo recogí el grano con mis manos cuando estaba maduro en su punto. Le saqué su conchita pa’ despué lavarlo. Lo extendí al sol pa’ secalo. Es pa’ usté, le puede durá un mes si lo usa con jucio.

El general recibe el bulto, de la joven y sumisa campesina, acercándolo a su nariz. Con los ojos cerrados logra percibir su fragancia inconfundible; el suave perfume tostado; la esencia afable de la verdad; el sol, la tierra y la lluvia siendo uno dentro de aquel modesto envoltorio. Intentó agradecer a la muchacha, Jacinta ya se había marchado. El gesto le representó todo por lo que estaba luchando. Al día siguiente Simón Bolívar partió hacia Cartagena, no antes de haber tomado un poco de la infusión hecha con el café que el pueblo de Carúpano le regaló.

Bases del Concurso TEC 2011

@Joaquin_Pereira

El Taller de Escritura Creativa cumple 2 años de existencia y para celebrarlo invita a sus amigos a participar en el Concurso TEC 2011.

Bases

Fecha de inicio: 7 de abril de 2011.

Fecha de cierre: 7 de julio de 2011.

Prórroga: 14 de julio de 2011.

Fecha de veredicto: 7 de Agosto de 2011.

Tema: Un café.

Género: Cuento.

Extensión: Una cuartilla (Hoja tamaño carta, 1.5 de interlineado, Arial 12).

Valor de la participación: 100 Bs. por cuento. Cuenta de ahorro del Banco de Venezuela número 01020501840109328230 a nombre de Joaquín Pereira.

Participaciones: Máximo 5 cuentos por participante.

Entrega: A tallerdejoaquinpereira@gmail.com. Incluir referencia del depósito.

Premio 1: Cámara fotográfica compacta de Casio Exilim EX – Z16 + Un nivel del Taller de Escritura Creativa online.


Premio 2: Molinillo automático de café Supreme Grind™ Automatic Burr Mill de Cuisinart + Un nivel del Taller de Escritura Creativa online.


Premio 3: Libro El sueño del celta de Mario Vargas Llosa + Un nivel del Taller de Escritura Creativa online.

Premio 4: Libro Gabriela Mistral En Verso y Prosa. Antología, Edición Conmemorativa, Real Academia Española.

Premio 5:Libro Ni era vaca ni era caballo... de Miguel Ángel Jusayú con ilustraciones de Monika Doppert, ediciones Ekaré, colección Así vivimos.


Premio general 1: 50 Bs. de descuento en el taller online por cada cuento entregado.
Premio general 2: Publicación de libro recopilatorio de una selección de los cuentos participantes.