Por Gonzalo Paredes
- Desde el espacio
sideral me acercaba rápidamente a ti. Hacía tres mil seiscientos años que en mi
orbitar no entraba a tu sistema solar, sentía temor. La última vez que me
acerqué, a quinientos mil kilómetros de ti, absorbiste de mi cola, por efecto
de la fuerza gravitacional, grandes cantidades de escoria cósmica que causó
enormes estragos sobre tu ecosistema - dijo Ajenjo.
- Eso fue lo de menos,
más grave fue el efecto que me provocaste: alteraciones en mi campo magnético,
cambió el sentido de mi girar, hiciste desplazar mi eje y los polos cerca de
cuarenta grados, llevando los trópicos boscosos hasta el Ártico. En Siberia
donde habitaban los mamuts se heló en minutos toda chispa de vida; también se
produjo un gran diluvio, terremotos continuos, erupciones de fuego, cambios de
las aguas y sus cuencas, hundiendo continentes en el océano y surgimiento de nuevos
territorios. Se ahogaron los atlantes. Fue una verdadera hecatombe -
contestó la Tierra.
- Acuérdate, a mi paso
se perciben diferentes síntomas como ha ocurrido en los últimos años: cambios
en el medio ambiente, epidemias, sismos, tsunamis, aceleración en tu vibración
y alteraciones en las comunicaciones. Seguro los terrícolas ya están
preocupados - comentó Ajenjo.
- Sí, hay mucha
inquietud; unos científicos aseguran que el recalentamiento se ha producido a
partir de la revolución industrial, por el descontrol y desconocimiento de los
efectos de la utilización de combustibles fósiles, el C02 y los desechos
químicos que contaminan la atmósfera y las aguas. Otros por el contrario
sostienen que las teorías planteadas por antiguas civilizaciones como los
egipcios, los sumerios y los mayas son más exactas; que tú, el desconocido
planeta rojo, al entrar a nuestro sistema solar, por efecto de fuerzas
electromagnéticas, producirás en el sol un nivel más alto de fusión nuclear
encendiendo llamaradas más largas – explicó la Tierra-. Muchas predicciones han
advertido a los humanos de todos los efectos que se van a producir. Lo
importante es saber ¿cuándo será?
- A la velocidad que yo viajo, sesenta y seis kilómetros
por segundo, debo tener mi perigeo el día 21 de diciembre del año 2012. Me
verán al norte de la Corona Boreal. Será el fin y el comienzo – aseveró Ajenjo
-. La tierra se alineará ese día con el centro de la galaxia, recibirá un rayo
sincronizador, será el nacimiento del Sexto Sol, el inicio de la nueva luz, del
respeto y la armonía.
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